Llegamos a la partida de la Mallá, en el estrecho término Nules, de ésta zona que está delimitado al norte con el de Villavieja y al sur-este c on el de la Vall d’Uixó, es el domingo 15 de noviembre del 2009, con una calurosa mañana, que en vez de ser invierno parece final de verano.
Nuestro propósito en el día de hoy es visitar ésta zona y subir al alto de la Riera a 443 m. de altitud, dejando a nuestro izquierda el barranco de la Murta con la cima del mismo nobre, la de Santa Bárbara, el Puntal Redó 376 m. a nuestro sur, el castillo de la Vall, y al oeste Penyalva, y a nuestro nor-oeste el Pi Font de Cabres y las montañas de Breda, en donde se encuentra la cruz de Hierro.
De todas éstas zonas hay una y mil anécdotas que contar, y como el proósito de hoy es hallar los restos de la Guerra civil, y hallar la ubicación exista en donde se encuentran algúna zona de vigia o alguna posición, nuestro caminar será muy dificultoso.
Sin sendas por donde transitar, simplemente de piedra en piedra, de planicie a altitud, de buen caminar a no poderlo hacer por la dificultad de la vegetación, no vamos haciendo paso y subiendo a la cima de “La Riera”.
Según vamos subiendo la vista se hace más hermosa, las altitudes más baja se encuentran a nuestro pies como es el Puntal Redó (denominado así por la forma circular de su cúspide), a nuestra derecha a lo alto, se encuentra el Pí Font de Cabres, majestuoso y provocador.
Pronto descubrimos la primera de algunas fortificaciones, que hicieron primero las tropas republicanas, y luego las nacionales (las denomino así para su distinción, sin ninguna connotación, aunque cada uno puede hacerlo como le plazca), ya que en dicho lugar hubo bastantes enfrentamiento y fue una zona en donde el frente se estabilizó casi durante un año.
Las vistas según vamos subiendo son preciosas, la lástima fue que el día no estaba claro, las nubes, que nos impedían ver con plena belleza las latitudes de la Plana.
Cuando llegamos a su cima nos propusimos reponer fuerzas, ya que el camino era duro y el cansancio de nuestras piernas se notaba. Nuestros bocadillos se hicieron visibles pero en un santiamén, desaparecieron.
En la cima vimos a su sur, Penyalva y el castillo de la Vall, y a lo lejos la población que da origen a dicho castillo, la Vall d’Uixó, al éste Moncofa, y por encimas de unas nubes a lo lejos se veía las torres del castillo de Almenara, al norte veíamos Nules y Burriana
Cogiendo las referencias de lo hallado, y buscando algún que otro resto de la contienda, nos propusimos el bajar, para regresar a casa.
La bajada ha sido agotadora, las piernas al final ni nos las sentíamos, las pantas de los pies llenas de dolor, las piedras parecían que se nos clavaban a las suelas de nuestras maltrechas botas.
Al final llegamos, a los coches, la mañana ha sido fructífera en hallazgos, trincheras, puntos de observación parapetos, nidos de ametralladoras, hasta incluso una cueva de unos cuantos metros de profundidad.
Ya tenemos más material para nuestra asociación, ya sabemos un poco más de nuestra historia, vamos conociendo un poco más de, “LES MUNTANYES DE LA GUERRA"
Nuestro propósito en el día de hoy es visitar ésta zona y subir al alto de la Riera a 443 m. de altitud, dejando a nuestro izquierda el barranco de la Murta con la cima del mismo nobre, la de Santa Bárbara, el Puntal Redó 376 m. a nuestro sur, el castillo de la Vall, y al oeste Penyalva, y a nuestro nor-oeste el Pi Font de Cabres y las montañas de Breda, en donde se encuentra la cruz de Hierro.
De todas éstas zonas hay una y mil anécdotas que contar, y como el proósito de hoy es hallar los restos de la Guerra civil, y hallar la ubicación exista en donde se encuentran algúna zona de vigia o alguna posición, nuestro caminar será muy dificultoso.
Sin sendas por donde transitar, simplemente de piedra en piedra, de planicie a altitud, de buen caminar a no poderlo hacer por la dificultad de la vegetación, no vamos haciendo paso y subiendo a la cima de “La Riera”.
Según vamos subiendo la vista se hace más hermosa, las altitudes más baja se encuentran a nuestro pies como es el Puntal Redó (denominado así por la forma circular de su cúspide), a nuestra derecha a lo alto, se encuentra el Pí Font de Cabres, majestuoso y provocador.
Pronto descubrimos la primera de algunas fortificaciones, que hicieron primero las tropas republicanas, y luego las nacionales (las denomino así para su distinción, sin ninguna connotación, aunque cada uno puede hacerlo como le plazca), ya que en dicho lugar hubo bastantes enfrentamiento y fue una zona en donde el frente se estabilizó casi durante un año.
Las vistas según vamos subiendo son preciosas, la lástima fue que el día no estaba claro, las nubes, que nos impedían ver con plena belleza las latitudes de la Plana.
Cuando llegamos a su cima nos propusimos reponer fuerzas, ya que el camino era duro y el cansancio de nuestras piernas se notaba. Nuestros bocadillos se hicieron visibles pero en un santiamén, desaparecieron.
En la cima vimos a su sur, Penyalva y el castillo de la Vall, y a lo lejos la población que da origen a dicho castillo, la Vall d’Uixó, al éste Moncofa, y por encimas de unas nubes a lo lejos se veía las torres del castillo de Almenara, al norte veíamos Nules y Burriana
Cogiendo las referencias de lo hallado, y buscando algún que otro resto de la contienda, nos propusimos el bajar, para regresar a casa.
La bajada ha sido agotadora, las piernas al final ni nos las sentíamos, las pantas de los pies llenas de dolor, las piedras parecían que se nos clavaban a las suelas de nuestras maltrechas botas.
Al final llegamos, a los coches, la mañana ha sido fructífera en hallazgos, trincheras, puntos de observación parapetos, nidos de ametralladoras, hasta incluso una cueva de unos cuantos metros de profundidad.
Ya tenemos más material para nuestra asociación, ya sabemos un poco más de nuestra historia, vamos conociendo un poco más de, “LES MUNTANYES DE LA GUERRA"