22 de agosto de 2009

La mar, el Belcaire, “el pirulí”, el pueblo y volvemos al mar. (I)

Hoy es sábado y son las ocho de la mañana, para mí un poco tarde ya que suelo indicar mis paseos un poco más temprano.

Luego al “Chavarro”, para despedirme para despedirme una vez más ya que tiene los días contados, según los políticos locales en el Crónica de Moncofa (periódico local) en el próximo mes de septiembre se van a iniciar las obrar para derribarlo y remodelar plaza Ruiz Picazo, unos 5000 m2.

Para mí siempre será mi punto de partida y finalización de mis salidas, paseos por nuestra maravillosa población de Moncofa, en el periodo estival.

Caminaba en dirección norte por el paseo marítimo, como suelo hacer normalmente, ya que me gusta ver y oír el mar, observar a los numerosos pescadores que están pescando en sus orillas o en las diferentes escolleras, y los veo con sus cañas mirando el mar pendientes de alguna picada de una dorada, lo maravillo de doto esto es el paisaje que se observa con el sol al fondo, reluciente en las cristalinas aguas del Mediterráneo.

Cuando estaba por la altura de lo que antes fue la Schola, me encontré que ya venían Rodrigo y su padre Miguel, les saludé y me invitaron a acompañarles en su trayecto, querían ir al río, subir hasta la autopista, ir al “pirulí” antigua depósito de aguas potables y con la entrada a Moncofa, coger el desvío para regresar a sus casas, en mi caso volver a la mar.

Hacia pocos día que este mismo trayecto lo había hecho con mi vecino Juan, (incluso un poco más largo), eran unos diez kilómetros y casi dos horas de trayecto.

Nos dirigimos en dirección sur hacia el río por la avda. Mane Nostrum, las palmeras de sus avenidas nos muestras un trayecto único y encantador.

Pudimos observar la gran cantidad de letreros existentes del FOC (Feria de ocio y cultura) que se está realizando en éstos días en el Grao de Moncofa.

Pasamos por toda la avenida, con su plazas y parques, pero el mar con el sol a nuestra izquierda nos iba indicando el camino hacia el Belcaire, terminamos la zona urbana y pasamos a lo que en algún día (si se hace) será el puerto deportivo, hoy en dia la zona de los chiringuitos.

Al final observábamos la zona de la desembocadura de nuestro río Belcaire, por su ladera norte en el camino existente, nos desplazamos hacia el oeste, y dejamos a nuestra espalda el mar. Durante el trayecto pudimos observar algunas aves que constantemente se encuentran en sus turbias aguas.

Cuando llegamos al badén, en donde se inicia la canalización de su cauce, nos dispusimos a propuesta mía el pasear por su interior por elcanal, íbamos contando historias del río, pero no supimos cuando fue la gran riada, si en 42 ó el 45, hasta que llegamos al ensanche, por donde se desviaba anteriormente por la “senda l’om”, llegamos hasta el Gallo, “camino de Xilxes de Baix” y a partir de aquí tuvimos que desviarnos por dicho camino porque su cauce está lleno de maleza seca y de difícil acceso, hasta el camino "el tros de la vila"

Miguel nos contó que las ruinas existente a nuestra derecha correspondían al antiguo motor del "Tío Alós", y creía que en dicho pozo era en donde hacían la primara luz que llegó a Moncofa en los años cuarenta.

Continua..